Mis cuentos son extensiones literarias de mi universo visual, donde la palabra se entrelaza con el simbolismo que caracteriza mi obra plástica. Como escritora, traslado a la narrativa esa misma búsqueda de autenticidad que define mis lienzos y esculturas, creando historias que dialogan con mis series pictóricas, como la de los árboles humanoides o las gallinas.

Al igual que en mis obras visuales, evito las imposiciones estilísticas: mis cuentos son ventanas a mundos donde lo simbólico y lo cotidiano chocan, siempre con un guiño a mi icono creativo, la gallina, que aparece como personaje recurrente.